No sólo en Navidad: agradecimiento, bienestar y competencias profesionales


Llega la Navidad y el fin de un año y es natural comenzar a hacer balance de un período de nuestra vida que no ha sido fácil por la pandemia o por circunstancias varias. Unos se centran más en lo negativo, y otros en lo positivo. Yo procuro ser optimista y valorar lo que tenemos. 

Y es así, no sólo lo digo yo, sino ciertas investigaciones: ser agradecidos genera felicidad, a pesar de los contratiempos. Incluso hay evidencias neurocientíficas que indican que las personas más agradecidas tienen otra estructura cerebral; les funciona mejor su zona gris y activan redes neuronales vinculadas con el sistema de recompensa y esquema autorreferencial, aumentando así su bienestar. 

Los seres humanos acostumbramos a olvidar lo que ya tenemos y que tanto nos costó, y creemos, por ejemplo, que los demás tienen la obligación de comportarse de una manera educada, cuando no es así. No podemos dar por sentado lo que nos pasa, porque podría ser de otro modo.  Uno de los hábitos que un profesional debería adquirir es el de ser agradecido, no sólo para sentirse más feliz, sino porque va a generar un contexto propicio para que las cosas sigan igual de bien. A continuación, algunos consejos para mejorar nuestra mente agradecida:

1.Haz al menos 3 agradecimientos al levantarte: por ejemplo, por haber dormido bien (podría haber sido una noche terrible), por tener a tu lado a una persona increíble, o por poder ir a un trabajo.

2. Agradece tu salud y la de tu familia. Probablemente sea lo más importante. Cuando nos sentimos bien no le damos importancia, pero cuando falta...

3.  Ante un problema, da gracias por la solución dada. Tenemos un problema y nos preocupa. Se resuelve ¿y no nos alegramos? No. ¡Por favor, disfruta el momento!

4. Da gracias por ese plato de comida delicioso o una bebida refrescante que tienes ante ti. Intensificarás el placer.

5. Agradece a las personas que hagan bien su trabajo. Aunque cobren por ello, la excelencia no se incluye en el sueldo.

6. Da gracias por todas las cosas buenas que vas a recibir hoy. Sólo con imaginar lo que va a ocurrir ya sentimos lo mismo que sentiremos cuando se haga realidad.

7. Céntrate en lo positivo de los que son, aparentemente, tus enemigos o tienes una mala relación y agradéceselo. Verás como la amistad cambia.

8. Cuando agradezcas, no lo digas solo de palabra. Ponte la mano en el corazón y siéntelo de verdad.

9. Da gracias por el magnífico resultado de la reunión, de la conferencia, o del paseo que has dado.

10. Agradece que a tu gente le va bien en la vida, tiene dinero, trabajo y es feliz. 

11. Date gracias ante el espejo por cómo eres, tanto físicamente como personalmente.

12. Agradece cualquier cosa cotidiana: este teclado con el que escribo que funciona tan bien; o mi teléfono móvil que ya ha durado casi 4 años y que funciona como el primer día; o la casa en la que vives, donde tan seguro y confortable te sientes; la comodidad de tu cama...

13. Nunca te duermas antes de recorrer los mejores momentos del día y agradecerlos.

Doy gracias a todos los que habéis leído hasta aquí. Podríais no haberlo hecho.

¿Se te ocurre otro modo de agradecer?

Gracias a todos/as y Feliz Navidad.


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