10 Cuidados de la voz para conferencistas



He tenido la suerte de tener que dar muchas clases o conferencias. En Latinoamérica, cansado tras un largo viaje y afectado por la altura, he dictado de 2 ó 3 conferencias al día. En España, cuando era formador de formadores, de entre 8 a 10 horas durante largos periodos. Ello me llevó a querer saber qué debía hacer para no acabar afónico o tocado de la garganta. A continuación, un decálogo para cuidar la voz para docentes que a mí me ha sido muy útil.

¿Qué se puede hacer antes de la actividad?
1. Protege tu cuello. La garganta es sensible a los cambios de temperatura, y al frío. Ponte un pañuelo y procura no ingerir bebidas frías. Debes tener tu herramienta en condiciones.

2. Dormir y descansar. El día previo a una conferencia o curso importante duerme las horas necesarias. Procura no efectuar grandes esfuerzos para no llegar a la actividad cansado.

3. Digestión ligera. No es recomendable comer pesado durante el día previo. Comer grasas o comidas copiosas te provocará gases, malestar o somnolencia. 

4. Calienta el instrumento. Antes de comenzar la charla haz como hacen los grandes cantantes o actores: establece un ritual de calentamiento, incluyendo ejercicios de respiración, vocalización y visualización. Este punto lo explicaré en otro post.

5. Buen estado de ánimo: tan importante como tener el instrumento a punto es la disposición emocional. Los nervios previos son normales, y hasta positivos, pero un exceso de ansiedad puede hacer que ésta se deposite en la garganta y surjan los indeseables temblores de voz y temidos gallos.

¿Qué hacer durante la conferencia?
6. Procura respira por la nariz. La tentación es hacerlo por la boca, pero eso reseca la garganta y acelera el malestar.

7. Utiliza la respiración diafragmática. Durante el comienzo y toda la charla, coge el aire suficiente para no acelerarte, y llena tu barriga. Siente que se eleva "hacia abajo", y cuando hables, mantenla inflada. El diafragma tiende a subirse buscando su posición natural de reposo. Si quieres mostrándote atlético metiendo tripa, eso no ayuda, pues impide realizar el proceso de respiración completo. Acabarás acelerándote y sofocándote.

8. Posición adecuada. El mecanismo del habla necesita que tu instrumento esté bien anclado y posicionado. Si estamos encorvados y de medio lado, no proyectaremos nuestra voz, ésta no será potente y nos cansaremos más. Colócate anclando los pies en el suelo, con la espalda y cuello rectos, y la cara en la dirección hacia donde quieres proyectar la voz. Si necesitas hablar hacia la derecha o la izquierda gira tu cuerpo para no hablar con el cuello torcido.

9. Hidratación. La tentación cuando sentimos la boca reseca durante la conferencia es tomar caramelos. Evítalos. El mejor sistema de aliviar la garganta es tomando sorbos de agua a temperatura ambiente.

¿Y después de la conferencia?
10. Para la recuperación: descansa, hidrata la garganta, procura hablar poco durante unas horas y, si lo deseas, toma alguna infusión: el tomillo me encanta.

En fin, estos son algunos consejos para cuidar tu herramienta más preciada para dar conferencias. ¿Tienes alguna otra recomendación?

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