10 Consejos para mejorar la comunicación oral en las conferencias
A continuación, algunos consejos para mejorar esta importante competencia:
1. Volumen de voz. Procura hablar con un volumen que permita a todos los asistentes oírte. Si no fuera posible, utiliza un micrófono. Tan importante es usar un volumen alto, como poder reducirlo para causar un efecto en la audiencia que llame la atención. Es interesante jugar con eso.
2. Registro. Se refiere al tipo de voz. Los hay quien la tienen más aguda o más grave. Aquí lo esencial es encontrar y sentirse cómodo durante el discurso.
3. Temblores. Los temblores son normales, incluso para los profesionales con experiencia. Son resultado del estado de tensión propio de una actividad que te importa, por lo que dicho nerviosismo no es el problema, aunque sí sus efectos, que pueden generar en los oyentes desatención. El modo de reducir los temblores es trabajando el autocontrol emocional, y sobre todo, la respiración (en otro post hablaremos de ella).
4. Coherencia tono-tema. Cuando hablo de tono-tema me refiero a la emoción que impongo en el discurso. Si trato un asunto divertido, procuraré hablar de manera distendida y alegre. Si el tema es triste, obviamente deberé ajustar la manera cómo lo cuento.
5. Ritmo. Este es mi caballo de batalla, pues quien me conoce sabe que hablo muuuy rápido, o al menos hace un tiempo así era. La velocidad con la que uno habla es importante porque puede llegar a impedir la comprensión. Hay que entender que el cerebro humano necesita un tiempo para procesar la información. Si no se lo damos al receptor, desconecta. Del mismo modo, un ritmo lento puede causar aburrimiento. Por tanto, hay que elegir el ritmo adecuado a la situación.
6. Finales de palabra o frase. Se trata de un asunto relacionado con la articulación, pero tiene mucha importancia en la comprensión. Me refiero a evitar las sinalefas entre palabras: no es lo mismo decir: es un "gran hito", que un "granito". O, por ejemplo, en ciertas comunidades autónomas de España no se pronuncia la última letra de la palabra: 'emufaci'; 'vamoaveeanima'.
7. Titubeos. Cuando no tenemos claro el tema del que hablamos, porque no tengo mucha experiencia o no me preparé el discurso, lo normal es que aparezcan ciertos errores, sonidos incoherentes, dejes, etc. Para evitarlos hay que prepararse antes, y una técnica que ayuda mucho a controlarlo es escucharse en grabaciones de audio o de vídeo.
8. Errores de dicción o acentuación. Se refiere a un tema que veremos también en otro post del blog. Realizar buenas conferencias implica tener una buena dicción y articulación. Ello se puede trabajar mediante ejercicios de respiración, calentamiento, articulación y modelamiento.
9. Pausas. Unido a lo hablado respecto al ritmo, en muchas ocasiones es muy útil hacer pausas entre frase y frase, para dejar que la audiencia procese lo que acabas de decir. Suelen ser pausas cortas de 1 o dos segundos, pero que son muy eficaces.
10. Silencios. El silencio es más largo que la pausa, y son especialmente chocantes al llamar la atención a los oyentes. Dan un toque mágico al discurso. Sin duda, muchas personas tienen mucho miedo de dejar tiempos muertos, y por eso no hacen ninguna pausa ni silencio. Y es lo que provoca en muchas ocasiones el resto de problemas indicados en este artículo: te aceleras, titubeas, utilizas dejes, realizas rodeos innecesarios, te pones aún más nervioso, lo que hace que la ponencia se descontrole. Los silencios son fantásticos, porque mientras los demás están reflexionando sobre lo que acabas de decir, tú tienes tiempo de pensar qué es lo que viene a continuación.
¿Hay algún otro elemento importante que no he incluido? ¿Qué haces para prepararte y mejorar tu comunicación oral para las conferencias?
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